Tonina Overa
- Parque Patagonia Azul
- 1 abr
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Actualizado: hace 9 horas
En las aguas frías y ricas en biodiversidad del Hemisferio Sur, se encuentra una de las especies más emblemáticas y fascinantes del océano: la Tonina Overa - Cephalorhynchus commersonii -
Con su tamaño mediano y sus característicos parches negros, este cetáceo odontoceto de la familia Delphinidae se destaca por su importancia ecológica como depredador tope, jugando un papel fundamental en la regulación del equilibrio del ecosistema marino.
Características y distribución
La tonina overa es un mamífero marino que se caracteriza por su tamaño moderado, alcanzando una longitud promedio de 1,5 metros y un peso de aproximadamente 50 kilogramos.

Su ciclo reproductivo es relativamente largo, con un período de gestación de 11 meses. Las crías nacen con una coloración gris uniforme, que con el tiempo se transforma en un patrón de manchas negras características en la cabeza, aleta dorsal y aleta caudal.
Se estima que la tonina overa puede vivir más de 30 años en su hábitat natural.
En cuanto a su distribución geográfica, la tonina overa es endémica de las costas de Chile y Argentina, específicamente desde Playa Unión hasta Tierra del Fuego. Prefiere habitar en aguas frías y ricas en nutrientes, lo que la hace una especie bien adaptada a las condiciones del Cono Sur.
Hábitos y ecología
La tonina overa es una especie emblemática del Mar Argentino, tanto por su carisma como por su relevancia ecológica. Se trata de un depredador versátil, que se alimenta principalmente de peces pequeños, crustáceos e invertebrados. Su capacidad para buscar alimento tanto en superficie como en el fondo marino demuestra una notable adaptabilidad, lo que le permite explotar distintos nichos ecológicos con eficacia.
Una de sus habilidades más sorprendentes es la ecolocalización, un sistema natural que le permite emitir ondas sonoras para orientarse y localizar presas incluso en condiciones de oscuridad total, como sucede durante la noche o en aguas turbias. Esta estrategia la convierte en una cazadora altamente eficiente, clave para el equilibrio de los ecosistemas marinos del sur argentino.
Su dieta consiste en juveniles de merluza (Merluccius hubbsi), anchoítas (Engraulis anchoita) y calamares (Illex argentinus y Loligo gahi), sardinas fueguinas (Spratus fueguensis), pejerreyes (Odontesthes nigricans), merluza de cola (Macruronus magellanicus), calamares (Loligo gahi) y otras especies de crustáceos. Es frecuente encontrar grupos de toninas alimentándose en la desembocadura de ríos como el Chubut o en rías donde la corriente de marea entrante y saliente es muy intensa.
Sin embargo, la importancia de la tonina overa va mucho más allá de su rol ecológico como predador tope. Su presencia en las costas patagónicas también tiene un fuerte impacto social y económico. Es una de las principales especies que atraen a turistas de todo el mundo, especialmente a quienes buscan experiencias de turismo de naturaleza basadas en el avistaje de fauna marina.

El turismo asociado a la observación de toninas overas dinamiza las economías locales, generando empleo e ingresos genuinos para las comunidades costeras. Los visitantes contratan servicios de navegación con prestadores locales, se hospedan en alojamientos de la zona, consumen en mercados y restaurantes, y adquieren artesanías producidas por vecinos de la región. De esta forma, la conservación de la especie se transforma en una oportunidad concreta de desarrollo económico.
La tonina overa, entonces, no solo es un símbolo del Mar Patagónico: es también una aliada clave en la construcción de un modelo de desarrollo que une la conservación, el turismo y el bienestar local.
Argentina posee un enorme potencial en este sentido. Solo en 2017, el turismo generó ingresos por 15 mil millones de dólares, una cifra que supera a sectores tradicionales como la carne vacuna o la industria automotriz, y se equipara a la producción de gas, petróleo y soja. El turismo de naturaleza representa cerca del 30% de ese total, y es el segmento con mayor posibilidad de crecimiento.
Estado de conservación y amenazas
Aunque la tonina overa es una especie comúnmente avistada en las aguas del sur argentino, su situación de conservación aún genera preocupación. Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la especie está clasificada como deficiente de datos, lo que significa que no se cuenta con suficiente información para evaluar su estado poblacional con precisión.
Investigadores del CENPAT estiman que existen alrededor de 40.000 individuos distribuidos entre Playa Unión y Tierra del Fuego. Sin embargo, la historia de esta especie revela antecedentes preocupantes. A mediados del siglo XX, la tonina overa fue cazada activamente para el consumo humano de su carne y aceite, y más adelante comenzó a ser arponeada por pescadores para ser utilizada como cebo en la pesca de centolla, especialmente en el Estrecho de Magallanes. Esta práctica generó una gran presión sobre la población hasta que fue prohibida a fines de la década de 1980.
A pesar de estar actualmente protegida, la principal amenaza para la tonina overa sigue siendo la pesca, en particular la captura incidental. Desde el inicio de la actividad de la pesca artesanal costera, se han registrado numerosos casos en los que la especie queda atrapada de forma no intencionada en las redes.
El turismo —si bien es una oportunidad para la conservación— también puede transformarse en una amenaza si no se realiza de manera responsable. La tonina overa es una especie curiosa que suele acercarse a las embarcaciones, lo que incrementa el riesgo de colisiones o alteraciones en su comportamiento natural si las prácticas turísticas no son adecuadas. Estudios han demostrado que el ruido de los motores puede interferir con la comunicación acústica entre individuos, un fenómeno conocido como enmascaramiento acústico, que afecta la ecolocalización y las interacciones sociales de estos cetáceos (Reyes Reyes et al., 2016).
En este contexto, es fundamental profundizar los estudios científicos, mejorar el monitoreo de las poblaciones y promover prácticas pesqueras y turísticas sostenibles, que aseguren un equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación de esta especie única del Mar Patagónico.
Marco normativo y programas de conservación:
La conservación de los mamíferos marinos a nivel nacional se encuentra regulada por la Ley N⁰ 22.241.
La Ley N⁰ 25.577, prohíbe la caza de cetáceos en todo el territorio nacional.
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR) aprobada por Ley N⁰ 24.543/1995, especialmente los artículos 65 y 120 de dicha ley.
Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), aprobada por Argentina Ley N⁰ 22.344, la especie se halla incluida en el CITES apéndice II.
Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD) aprobada por Ley N⁰ 24.375.
Existen a su vez leyes y regulaciones provinciales que regulan el acercamiento a los mamíferos marinos (Ley Provincial n° 176/94 provincia de Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur; Ley Nº 2381/84 y modificatorias de la Provincia del Chubut).
La tonina overa, al igual que la ballena jorobada, se encuentra incluida en el PAN MAMÍFEROS, que es el Plan de Acción Nacional para reducir la interacción de mamíferos marinos con pesquerías.
Conclusión
La declaración de la Tonina Overa como Monumento Natural Provincial de Chubut es fundamental para su conservación y bienestar. Además de su papel crucial en el ecosistema marino, esta especie es un importante atractivo turístico, generando empleos y estimulando la economía local en las comunidades costeras.
La declaración como Monumento Natural no solo reconocerá su valor ecológico y cultural, sino que también promoverá su conservación y cuidado. Además, es probable que atraiga a científicos, biólogos y otros expertos interesados en estudiar y proteger a esta especie, lo que permitirá obtener datos valiosos para su conservación y manejo efectivo.
Investigaciones Científicas
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